A continuación se adjunta una presentación en la que se puede abordar los elementos principales del desarrollo tanto de la etapa musulmana en la península Ibérica, como la relación entre esta y los reinos cristianos, acabando en una segunda presentación donde abordamos la progresiva expansión de los reinos cristianos hasta la caída del reino nazarí de Granada en 1492.
Tema 2 Al Andalus
De todos es sabido que el Islam (el que se somete a la voluntad de Allah) nace con
Mahoma en la lejana Arabia. A la muerte del Profeta en el 632 la península Arábiga
está unificada, y sus primeros descendientes –los llamados califas ortodoxos o
perfectos- llevaron las fronteras del Islam y la nueva religión a nuevos territorios:
Egipto, Siria, Mesopotamia... en un asombroso y fulminante proceso expansivo. La
conquista del título califal por la familia siria de los Omeyas llevó a estos a lugares
más lejanos como España. En el año 711 y aprovechando la decadencia de los
visigodos, llegan a España los musulmanes, su presencia política durará casi
ochocientos años, pero su permanencia religiosa durará prácticamente hasta su
expulsión definitiva a principios del siglo XVII. La influencia de esta cultura en el
desarrollo de la Historia peninsular ha sido determinante.
1. Evolución histórica.
a) La conquista.
Los musulmanes entran en la Península en el año 711 con la batalla de Guadalete,
aprovechando las luchas dinásticas entre los partidarios de Don Rodrigo y los hijos de
Witiza. Parece ser que fueron llamados por los witizianos y una vez en España se
deshicieron rápidamente de los visigodos y establecieron un nuevo poder, vinculando
los destinos peninsulares con los de todo el mundo musulmán durante siglos. Los
visigodos no opusieron casi resistencia y los nuevos dominadores en cuatro años se
hicieron con el control de la Península. En algunas zonas como el sureste peninsular, los
dirigentes locales pactaron su rendición con los musulmanes a cambio de conservar las
propiedades y la religión cristiana. La inmensa mayoría de la población se mostró
indiferente ante este cambio de dueños. El peso demográfico de los recién llegados fue
mínimo, se cree que no pasaron de 100.000 en un primer momento, pero lo cierto es que
la inmensa mayoría de la población cambió sus nombres por los árabes y abrazó la
nueva religión, en ello influyó el hecho de que los creyentes musulmanes pagaban
impuestos mucho más reducidos que los cristianos.
b) El emirato dependiente de Damasco (711-756).
El territorio penínsular, que será conocida por los árabes como Al Andalus, se convierte en una
provincia (emirato) más del Islam, gobernada por un emir nombrado entre los árabes del
norte de África por el califa (máxima autoridad en lo político y en lo religioso del Islam)
Omeya residente en Damasco. En Al Andalus fueron años de inestabilidad ante el
enfrentamiento entre los árabes de sangre y los bereberes (musulmanes del norte de
África). En el año 722 tuvo lugar una escaramuza insignificante con los cristianos que
se resistían al empuje musulmán en el norte: la batalla de Covadonga en Asturias, este hecho de armas marcaría el inicio de la expansión de los cristianos hacia el sur. El
intento de extender el Islam más allá de los Pirineos fue frenado por los francos en la
batalla de Poitiers en el 732.
c) El emirato independiente (756-929).
En el 750 la familia de los Abasidas se hace con el poder califal en Damasco tras
exterminar a los Omeyas. Un príncipe Omeya superviviente –Abd-Ar-Rahman I,
conocido como Abderramán en las crónicas cristianas- logra huir a la lejana Al Andalus
y hacerse con el poder. Se proclama emir independiente de Bagdad, la nueva capital de
los Abasidas, aunque sigue reconociendo la autoridad religiosa del califa. Esta etapa
significó la consolidación y la reorganización de los musulmanes andalusíes.
d) El califato de Córdoba (929-1031).
En el año 929 Abderramán III se proclamó califa, consolidando así la independencia
de Al Andalus, fue la etapa más floreciente de los musulmanes en España. Con su hijo
y sucesor Al-Hakam II la civilización árabe adquiere su cenit. El máximo apogeo militar
se produce en el cambio de milenio cuando Almanzor –visir del joven Hixem II- hizo
retroceder a los cristianos destruyendo Santiago, Barcelona... Tras la muerte de
Almanzor Al Andalus se sumerge en una etapa de desórdenes y crisis y el Estado
cordobés acabaría fragmentándose en un sinfín de pequeños estados denominados
taifas.
e) Los reinos de taifas (1031-1090).
Tras el asesinato del último califa, Hixem III, en 1031, Al Andalus se dividió en un
mosaico de pequeños estados, algunos de ellos minúsculos, que luchaban entre sí y
contra los cristianos del norte que, aprovechando su desunión avanzaron hacia el sur.
Progresivamente el número de taifas fue disminuyendo ante la expansión de las más
poderosas (Badajoz, Granada, Toledo, Sevilla, Valencia...). En contraste con su
debilidad política se produjo un gran esplendor económico, artístico y cultural.
Ante el avance amenazador de los cristianos –Alfonso VI toma Toledo en el año
1085- son conscientes de su desunión y piden ayuda a sus hermanos en la fe del norte de
África.
d) El dominio almorávide (1090-1145) y las segundas taifas (1145-1175).
En Marruecos se ha formado un gran imperio dirigido por unos musulmanes de
reciente conversión y de una religiosidad extremada: los almorávides. Su rey Yusuf Ibn
Tashfin cruzó el Estrecho y derrotó a los cristianos en 1086 en la batalla de Zallaqah o
Sagrajas, en las proximidades de Badajoz. Cuatro años después volvió a la Península y
barrió a todos los reinos de taifas unificando Al Andalus e incorporándolo a su imperio
norteafricano. Con todo, el poderío almorávide no pudo evitar la expansión cristiana
(toma de Zaragoza en 1119) ni recuperar Toledo.
El celo religioso frente al carácter más tolerante de los musulmanes españoles, así
como el hundimiento de los Almorávides en África frente a un nuevo poder, los
almohades, motivaron la desaparición de los almorávides y el surgimiento de nuevo de
los reinos de taifas hasta el 1175.
e) Los almohades (1175-1232).
De la misma forma que habían desaparecido los primeros reinos de taifas ante la
llegada de musulmanes africanos, ahora los segundos reinos de taifas caerán ante la
llegada de los almohades, que logran unificar nuevamente Al Andalus. Su momento de máximo apogeo se produjo a finales del siglo XII. Frente al apoyo local que tuvieron los
almorávides en un primer momento, los almohades no contaron con la colaboración de
los musulmanes españoles que estaban cansados del intervencionismo norteafricano. Su
poder se basaba en un poderoso ejército, y cuando éste sucumbió ante los reyes
cristianos en 1212 en la batalla de las Navas de Tolosa, se hundió también el poderío
almohade. Aunque se formaron nuevamente taifas, todos serían conquistados de manera
fulminante por los cristianos. El único que logró resistir fue el reino de Granada.
f) Reino nazarí de Granada (1236-1492).
Debe su nombre a Muhammad Ibn Nasr, el fundador de un reino que se levantó
sobre las ruinas almohades y que desde 1237 hizo de Granada su capital. Fue el último
reducto musulmán en la Península y se mantendría hasta las campañas de los Reyes
Católicos a finales del siglo XV. Las razones de que permaneciera casi dos siglos y
medio son claras:
• Zona muy rica que paga impuestos elevados a Castilla.
• Potencial demográfico elevado.
• Zonas escarpadas (Sistema Penibético) de difícil conquista.
• Hábil diplomacia que negocia paces y treguas con los castellanos.
• Guerras internas en Castilla en los siglos XIV y XV.
El reino de Granada se extendió por las actuales provincias de Granada, Málaga y
Almería.
2. Economía.
Fue muy floreciente en contraposición con la de la España cristiana, por lo menos en
la primera etapa. Se integró en el marco general del comercio islámico, y gracias a Al
Andalus llegaron a Europa productos muy preciados.
a) Agricultura.
Era muy desarrollada. En relación con los cultivos de secano se sigue con la
tradicional trilogía mediterránea (cereales, vid y olivo). Los excedentes de trigo y aceite
se dedicaban a la exportación, y el vino se seguía consumiendo a pesar de las
prohibiciones religiosas. En cuanto al regadío surgieron huertas próximas a las
ciudades, los árabes perfeccionaron los sistemas de regadío con la utilización de
acequias, norias... A los musulmanes se debe la introducción del arroz, algodón, azafrán
y caña de azúcar.
Sobre la propiedad de la tierra, podemos decir que aumenta el latifundismo, en
Andalucía los jefes visigodos huyen y sus grandes posesiones pasan a los señores
árabes. El Estado era el propietario de 1/5 de las tierras, las otras cuatro partes las tenía
los terratenientes que las arrendaban a los "xaric" (el campesino equivalente al colono o al
siervo). El minifundismo estaba en retroceso y se daba sobre todo en las zonas de
regadío.
b) Industria y comercio.
La artesanía adquirió una importancia excepcional en un mundo urbano como fue Al
Andalus. Destacaron los talleres que fabricaban artículos de lujo ante una población con
un alto poder adquisitivo: marfiles, cordobanes (artículos de cuero), tejidos, brocados...
Durante gran parte de su existencia Al Andalus controló las rutas de oro del Sudán y
este oro sería la base de un sólido sistema monetario basado en el dinar de oro y el
dirhem de plata, equivalente a la décima parte del dinar.. Las rutas comerciales iban hasta Bizancio y la India.
El comercio andalusí estaba integrado en el marco general de
la economía del mundo islámico. De la misma manera también se comerciaba con la
Europa cristiana y el oro andalusí revitalizó también la economía cristiana.
Las ciudades adquirieron una importancia que no tenían desde el Imperio Romano,
y contrastaban con las ciudades cristianas que eran insignificantes. En Al Andalus se
crearon nuevas ciudades (Murcia, Guadalajara, Albacete, Madrid...) y crecieron otras
anteriores (Sevilla, Badajoz, Zaragoza...). Eran importantes como centros industriales,
donde estaban los talleres artesanales, eran también la base del comercio a larga y corta
distancia, que se realizaba en los zocos.
Desde el punto de vista urbanístico
predominaban los planos irregulares y las calles estrechas para garantizar la defensa
contra el calor. La parte antigua era la medina, estaba presidida por la mezquita aljama
(mezquita mayor), alrededor de ella es establecía el zoco o mercado. Más allá estaban
las mezquitas de barrio y los arrabales (barrios extramuros de la ciudad). En la zona alta
estaba la alcazaba o palacio del gobernante. El prototipo de ciudad musulmana fue
Córdoba, que llegó a tener casi medio millón de habitantes durante el califato, en
marcado contraste con ciudades como Londres, París o Roma.
3. La sociedad.
a) La población.
No se tienen muchos datos sobre la población, se cree que los aportes exteriores no
pasaron en todo el desarrollo histórico de 200.000 habitantes, la población total anduvo
sobre los siete millones en el siglo X. Como hemos visto la población se concentró en
ciudades, aunque el campo también estaba muy poblado. La zona más habitada era el
valle del Guadalquivir, y la más despoblada el valle del Duero, expuesto a los ataques
cristianos.
b) Los grupos étnicos.
Había una gran variedad y estaban muy jerarquizados, a pesar del igualitarismo
predicado por la religión islámica. Veamos los grupos más importantes:
• Árabes. Proceden de Arabia, Siria y zonas próximas. Se consideran
próximos al Profeta y forman una selecta minoría de gobernantes,
guerreros y terratenientes. No sobrepasan el 1 %.
• Bereberes. Son la mayoría de los invasores y provienen del norte de
África. Poseen las tierras más pobres. Serán frecuentes sus rebeliones
contra los árabes.
• Judíos. Son una pequeña minoría que se dedican al comercio, a la
medicina y al crédito. Viven sobre todo en las ciudades.
• Hispanovisigodos. Son el 98 % de la población, en razón de su actitud
ante la nueva religión se clasifican en: muladíes o conversos al Islam, es
la mayoría; y mozárabes o cristianos que viven bajo el Islam y pagan un
tributo a los musulmanes. Socialmente es la clase más baja.
c) Estructura social.
Desde el punto de vista social vemos una clase dirigente constituida por la
nobleza de sangre, casi siempre de origen árabe, y una nobleza que adquirió ese
estatus al servicio del Estado. La nobleza acapara los principales cargos públicos y
es la dueña de casi todas las tierras. Frente a esta clase dirigente y propietaria
encontramos una clase no privilegiada que engloba a la burguesía urbana (artesanos, comerciantes y profesionales liberales), las masas urbanas que han huido del campo,
los muladíes y los esclavos, entre estos últimos son frecuentes las revueltas.
4. El poder político.
A la cabeza del estado se encontraba el emir o califa que fue consolidando su
poder haciéndose totalmente independiente de Oriente, y los diversos reyes en los
reinos de taifas. Siempre el poder se desarrolló de una manera absoluta, el
gobernante concentraba en su persona todos los poderes: civil, militar, religioso...
El poder del gobernante descansaba sobre una bien organizada administración
copiada de Oriente y con el palacio como núcleo de poder. Los funcionarios más
importantes eran: los valíes o gobernantes provinciales, el visir o primer ministro,
los amires o jefes del ejército... en las ciudades el cadí o juez, zalmedina o policía...
Para pagar a toda la administración se contaba con un eficaz sistema de recaudación
de impuestos, los musulmanes pagaban el zaqat o limosna legal, y los cristianos y
judíos el jarach y la chizya en concepto de protección. Para garantizar la seguridad
frente a un ataque exterior, y para extender las fronteras, se contaba con un poderoso
ejército que fue reestructurado por Almanzor, con él se iniciaba en primavera, las
razzias o expediciones de castigo y saqueo contra los cristianos, este ejército se
acantonaba en las marcas o zonas fronterizas con los reinos del norte.
5. El mundo de la cultura y el saber.
La cultura musulmana se caracteriza por recopilar y sinterizar elementos de los
pueblos sometidos.
En Al Andalus se adoptó el árabe como lengua y se integró en el mundo
intelectual de Oriente. El papel fundamental que desarrollaron los musulmanes
españoles fue servir de puente para que la cultura oriental entrase en Europa.
También recopiló textos clásicos perdidos. En tiempos del califa Al-Hakam II
Córdoba era la ciudad más famosa del mundo conocido por su brillo cultural y su
espíritu de tolerancia, en esta época se escribieron un gran número de obras de
literatura, astronomía, matemáticas... Durante la época de los taifas se producirá un
nuevo brillo cultural, de esta época es Ibn Hazm, autor del El collar de la paloma,
un tratado sobre el amor. En el siglo XII destacaron grandes pensadores como
Averróes (que reinterpretó y acercó Aristóteles a Europa) y el judío Maimónides,
autor de tratados de medicina que influirían mucho en el mundo cristiano.
6. La arquitectura.
Está integrada en el arte oriental, pero aceptando elementos autóctonos. Dos
tipos de edificio serán los más importantes: la mezquita y el palacio. Entre las
mezquitas la más importante es la de Córdoba, construida durante el emirato y el
califato. Utilizan los arcos, las columnas y la bóveda. En la arquitectura musulmana
tiene mucha importancia la decoración que reviste el edificio con tres tipos de
motivos: epigráficos (la grafía árabe), vegetales y geométricos. En cuanto a la
utilización de materiales destacan desde los más nobles (mármoles, sillares...) hasta
los más pobres (yeso, azulejo...) pero revestidos con gran magnificiencia. En cuanto
a la construcción de palacios se adaptan a la naturaleza, se desarrollan en torno a
patios y el jardín y el agua son fundamentales. El más destacado, pero no el único,
es el de la Alhambra de Granada, realizado principalmente entre los siglos XIV y
XV.
TEMA 3: LOS REINOS CRISTIANOS
1. LA RECONQUISTA:
El término reconquista se refiere a la actividad militar que
llevan a cabo los cristianos en los siglos VIII al XV sobre el territorio
ocupado por los musulmanes en la Península. Esta lucha tiene un doble sentido:
- Religioso, cruzada de los cristianos contra los infieles
musulmanes.
- Político, pues
presenta al reino de Asturias como continuador del reino visigótico de Toledo.
De hecho, desde Alfonso II, se intentó entroncar con dicho
reino imponiendo el Líber Iudiciorum como texto legal del reino y eso explica
que se creyeran con derechos suficientes para repartirse el territorio de
al-Ándalus antes de haberlo conquistado, como se puso de manifiesto en los
tratados firmados por Castilla y Aragón en los siglos XII y XIII.
2. ETAPAS:
2.1. Los primeros núcleos de resistencia:
- El reino de
Asturias: el punto de partida de este reino fue la batalla-escaramuza de
Covadonga (Pelayo 722). Con Alfonso I, la capital del reino se estableció en
Cangas de Onís, ampliando pronto su radio de acción hacia el este: Cantabria,
Vizcaya, Álava. Con Alfonso II (791-842) la corte se traslada a Oviedo. Este
monarca trató de conectar con la herencia visigoda restableciendo como código
legislativo el Líber Iudicum visigodo. Durante su reinado se descubre la supuesta
tumba del apóstol Santiago. En el siglo IX tiene lugar la expansión hacia el
sur. En el 900 se llega hasta el Duero (Alfonso III), esta era una zona de
tierra de nadie ocupada por labriegos, monjes y mozárabes del sur,
especialmente desde el siglo IX en que la intolerancia religiosa se instala en
Al-Ándalus. Se creaban aldeas y se ocupaba la tierra mediante la presura. En el
siglo X la expansión-colonización se paraliza por la fortaleza del califato de
Córdoba.
- La marca hispánica:
el 778 Carlomagno, rey de los francos, intenta controlar el valle del Ebro,
intento que se saldó con un fracaso por su derrota a manos de los vascones en
Roncesvalles. Estos hechos están en el origen de:
• Reino de Pamplona: los Arista consiguen la independencia de
este territorio aliándose con Carlomagno o con los musulmanes. En los primeros
años del siglo X, con la dinastía Jimena, logran extenderse hasta el Ebro. A
mediados del siglo X Aragón quedó unido a este reino y en el siglo XI, con
Sancho III alcanzó su máximo apogeo con el control de Sobrarbe y Ribagorza.
• Aragón: se crean a
principios del siglo IX unos núcleos, condados, controlados por los francos:
Aragón, Sobrarbe y Ribagorza. Con el tiempo estos condados se hacen
independientes, al igual que ocurre en el resto del Imperio Carolingio.
• Condados catalanes: el 801 los francos conquistan
Barcelona, dando lugar a la creación de la Marca Hispánica. Con Wifredo el
Velloso se produjo un proceso de colonización de la Plana de Vic similar al de
la Meseta norte hasta el río Duero. El conde Borrel II se independizó
completamente de los francos en 988.
2.2. La ofensiva cristiana de los siglos XI y XII: de Toledo
a Zaragoza.
- En 1085, Alfonso VI de Castilla y León entra en Toledo, a
la vez que se produce la colonización de las “Extremaduras” (territorio
comprendido entre el Duero y el Sistema Central.
- En 1096, los reyes
de Aragón conquistan Huesca. Con Alfonso I en 1118 se conquista Zaragoza. La
consecuencia inmediata de estas dos ofensivas cristianas va a ser la presencia
en los valles del Ebro y del Tajo de un numeroso contingente de mudéjares. Tras
la caída de los almorávides se reanuda la reconquista:
• Ramón Berenguer IV, Conde de Barcelona y rey de Aragón,
conquista Tortosa (1148) y Lérida (1149).
• Los castellanos ocupan Cuenca. (1177) A partir del siglo
XII, la repoblación se encomienda a las órdenes militares.
2.3. La expansión cristiana del siglo XIII: Baleares,
Valencia, Andalucía y Murcia.
La caída de los almohades dio lugar a la mayor expansión
cristiana en el siglo XIII:
• Catalanoaragoneses: Jaime I conquistó Baleares en 1229 y
Valencia en 1238, lo que dio lugar a repartimientos de tierras en Mallorca (entre
catalanes sobre todo) y en Valencia entre catalanes y aragoneses. En Valencia
se produjo una fuerte presencia de mudéjares por dos causas:
- la negativa de los nobles aragoneses a dejar salir a sus
campesinos, por la escasa población del reino.
- Jaime I quiso limitar el protagonismo de los nobles en esta
repoblación.
• Castellanoleoneses: se produjo en este siglo la conquista
del valle del Guadalquivir y el reino de Murcia por Fernando III. Además
Alfonso X conquistó Cádiz en 1262. Estas conquistas también dieron lugar a la
ocupación mediante el sistema de repartimientos: entrega de los reyes a sus
compañeros de armas y a los soldados de tierras e inmuebles arrebatados a los
musulmanes. En el sur surgirá así un grupo numeroso de terratenientes y
medianos propietarios.
3. - REPOBLACIÓN:
CONCEPTO Y MODELOS
Entendemos por repoblación la instalación de nuevos
pobladores para conseguir el dominio definitivo del territorio reconquistado,
al encargarse de su defensa, el cultivo de las tierras y la integración de la
población conquistada. Modelos:
a) Siglos VIII-XI: la
repoblación de las llanuras.
La sociedad de estos
primeros núcleos cristianos era rural y atrasada, con algunas pequeñas
ciudades. Eran pueblos montañeses, pastores y poco romanizados. Estaban
aislados de Europa y eran muy dependientes de Al-Ándalus. Desde estas zonas
montañosas repoblaron las llanuras. Al principio el proceso fue lento y
centrado en la meseta norte hasta el Duero y el interior de Cataluña (Plana de
Vic). Esta repoblación no consiste sólo en la llegada de nuevos pobladores,
sino en la organización administrativa de estos territorios que lleva a cabo el
rey con la ayuda de los nobles y la Iglesia. Hasta el siglo XI la repoblación
fue espontánea, aunque se preferían áreas protegidas por fortificaciones y
guarniciones militares. La tierra se ocupaba mediante la aprisio o presura que
podía hacerla una persona, el rey (o un conde en su nombre) un clérigo o
monjes. Estos colonos eran personas libres que formaron aldeas en las que pastos,
agua y bosques eran bienes colectivos. Poco después los más poderosos o la
Iglesia ampliaban sus posesiones y hacían a los colonos depender de ellos (a
veces eran los propios colonos los que pedían protección de nobles y
monasterios).
b) Siglos XI-XIII: la colonización del sur.
Los siglos XI-XIII en la Europa cristiana son de una gran
transformación: crece la población y son siglos de desarrollo económico. En el
territorio peninsular, las conquistas cristianas son las más importantes, con
ciudades con numerosa población judía y musulmana, además de gran riqueza
agrícola de muchas zonas reconquistadas (valle del Guadalquivir, huertas
valencianas). La repoblación fue por ello menos espontánea que en el periodo
anterior, con amplia intervención de los monarcas. Los instrumentos empleados
en la colonización fueron:
• Privilegios y
fueros: Utilizados para atraer colonos para la repoblación de tierras
de frontera. Había distintos tipos de privilegios con el mismo objetivo:
- Cartas pueblas que eran contratos colectivos que fijaban las
condiciones para el cultivo de las tierras.
- Los fueros que determinaban los derechos de
una ciudad o villa.
- Las cartas de
franquicia que concedían ciertos privilegios, libertades o exenciones de
impuestos y cargas a los colonos.
Las órdenes militares dieron protección armada en estas zonas
(sobre todo en las tierras al sur del Duero) y obtuvieron propiedades,
castillos y derechos sobre localidades enteras.
• Capitulaciones:
acuerdos o pactos locales con las poblaciones sometidas (musulmanes, judíos y
mozárabes) por los que se respetaban sus leyes, religión, costumbres y parte de
sus propiedades. Se fomentaba también la partida de musulmanes, que habían de
vender sus tierras antes de marchar a territorio musulmán o al norte de África;
los más modestos, que no podían marchar por falta de medios, vivían en barrios
separados, las morerías.
• Repartimientos:
distribución de bienes y tierras en lotes que efectuaba el rey entre los
conquistadores. Se aplicaron sobre todo en el siglo XIII, a costa de los
mudéjares que en muchos casos se sublevaron y acabaron expulsados o convertidos
en siervos.
4. ORGANIZACIÓN SOCIAL:
SOCIEDAD ESTAMENTAL- MINORÍAS RELIGIOSAS
La sociedad de los reinos cristianos estaba organizada en
tres estamentos con una función específica: los que oran, los que guerrean y
los que labran la tierra. Los dos primeros eran privilegiados, mientras que el
campesinado solo tenía obligaciones.
4.1. Siglos VII al XI
La sociedad de los nuevos reinos cristianos estaba en un
proceso de feudalización1, que culminará entre el siglo XI y XIII.
Las características de este proceso fueron las siguientes:
i) La Corte era
ambulante, y se desplazaba generalmente por las tierras propiedad del rey2.
Los nobles eran guerreros con ejército y fortalezas, con tierras y aldeas que
forman su patrimonio familiar (señoríos). El mismo papel que los nobles tenían
los monasterios y los obispos.
ii) Las relaciones entre señores (laicos o eclesiásticos) y
campesinos no eran homogéneas:
- En Castilla y León se daba el señorío de behetría3 en el que los
campesinos libres tenían un señor protector, rendían cuentas, pero podían
desligarse de él voluntariamente.
- En Cataluña las condiciones señoriales fueron más duras para
los campesinos (escasez de tierras). Había también labriegos casatos (casados o
encasillados), siervos, sin tierras propias asignados a un señorío que no
podían abandonar.
iii) La economía era de subsistencia, basada en la
agricultura (la técnica de cultivo más frecuente era año y vez) y el escaso
comercio se basaba en el trueque. Los pagos eran en especies y hasta el siglo X
no comienzan a verse monedas de plata de Al-Ándalus y francas. Las ciudades
eran pequeñas y ligadas a funciones políticas y militares.
4.2. Siglos XI al XIII.
- Aumenta el poder y la propiedad de la tierra en manos de la
nobleza guerrera. Se incrementó, así mismo, el poder y las propiedades de la
Iglesia.
- Disminuyeron las propiedades y las libertades de los
campesinos. La mayor parte de ellos vivía en tierras de señorío. Las tierras
podían ser de dos tipos:
a) tierras de realengo: en ellas los campesinos eran
propietarios y dependían directamente del rey.
b) Tierras de señorío:
en ellas los campesinos dependen de un señor laico o eclesiástico.
Deben pagar rentas por cultivar los campos del señor (en
dinero, en especies o en trabajos para el señor), deben pagar por el uso de los
bienes señoriales-monopolios (molinos, hornos y lagares) y la mayoría dependía
de la jurisdicción señorial4. En algunos casos no podían abandonar
la tierra: payeses de remensa. También había jornaleros que labraban la tierra
del señor a cambio de un salario (parte de lo cosechado).
4.3. Las minorías:
La sociedad medieval tenía también minorías de
otras religiones: los mudéjares y los judíos. Los mudéjares o musulmanes eran
normalmente campesinos en la Corona de Aragón, donde su número era mayor que en
Castilla, sobre todo en Valencia y Aragón. En Castilla eran generalmente
artesanos de la construcción y residían en morerías, barrios fuera de las
murallas de las ciudades. Los judíos vivían en las ciudades, donde trabajaban
en diversos oficios como artesanos, comerciantes, prestamistas, médicos….
Vivían en barrios separados o aljamas, donde mantenían sus autoridades
religiosas y judiciales. Hacia 1300 debía haber unos trescientos mil, y eran
especialmente numerosos en Toledo y Barcelona. La relación con los cristianos
se fue deteriorando y a mediados del siglo XIII se les obligó a llevar el
sambenito, signo que en su ropa les identificaba como judíos.
________________________________________
1 Proceso de transformación social que tuvo lugar en la mayor
parte de Europa entre la caída del Imperio Romano y su culminación en los
siglos XI-XIII. Una sociedad feudal es aquella en la que existen relaciones
generalizadas de dependencia entre campesinos y señores laicos o eclesiásticos.
Dependencia material, señorío territorial, pues trabajaban en sus posesiones y
dependencia personal, señorío jurisdiccional, pues los señores administraban
justicia y ejercen su autoridad sobre los campesinos.
2 Tierras de realengo.
3 una población cuyos vecinos tenían derecho a elegir su
señor
4 Facultad concedida o reconocida por la Corona, que atribuye
a un particular las funciones administrativas y judiciales que aquella
ejerciera anteriormente.
Material didáctico reelaborado
a partir de la obra de D. Pedro A. Ruiz Lalinde